He sacado la idea para este pan del libro «Panes del mundo», hace tiempo que no hacía pan, los calores y el lío del verano me echaban para atrás, pero al ver la receta del libro, pan de dátiles y pacanas,  me puse manos a la obra y decidí cambiar los ingredientes, el resultado un pan buenísimo, que sólo es un gustazo comerlo en rebanadas finas para desayunar, pero tostado y con salmón ha sido un  gran descubrimiento.

Ingredientes

280 gr de harina de centeno
220 gr de harina de fuerza
125 ml de agua tibia
125 ml de leche tibia
2 cucharaditas de sal
1 cucharada de miel
10 ó 12 ciruelas pasas sin hueso
un puñado de avellanas tostadas
9 gr de levadura seca de panadería

Lo he preparado en la panificadora, primero los líquídos, seguidamente las harinas, hacemos un hueco en una esuina y ponemos la sal, en la esquina contraria lo mismo y ponemos la levadura, echamos la miel en medio y ponemos el programa de amasado, cuando termine dejamos levar hasta que doble volumen, yo lo he tenido dos horas.
Cortamos las ciruelas en trozos y enharinamos.
Machacamos un poco las avellanas.

Volvemos a poner el programa amasado en la panificadora e incorporamos las ciruelas y las avellanas, tendremos amasando el tiempo suficiente para que se integren las ciruelas y las avellanas, unos 5 minutos será suficiente, paramos la panificadora retiramos las palas y dejamos levar de nuevo, hasta que casi doble. Las ciruelas se deshicieron pero el sabor es maravilloso.
Al llevar harina de centeno leva menos y tarda más, en el segundo levado ha estado 3 horas.

Hornear el la panificadora, programa 12 en la mía, cuando acabe sacar y dejar templar sobre una rejilla.

¡Delicioso, lo haré más veces seguro!