¡Por fin puedo entrar! reconozco que no he tenido ni tiempo ni ganas, acaba una de hacer y ver comida hastiada.
Y voy a ser super original, con una receta de Roscón, ¡Pero es lo que hay!

Ya he comentado que no me gustan estas fechas, me dejan para el arrastre, pero ya se acabaron y nos queda un año para disfrutar a mí por lo menos, jaja.

El año pasado me estrené con una receta de roscón y acerté de pleno al elegirla, este año cuando vi el que nos preparó Kisa para celebrar su cumpleaños me picó el gusanillo y probé, bueno pues está buenísimo también, son dos formas de hacer el roscón con y sin masa madre que viene bien tenerlas a buen recaudo pues no fallan nunca. Y este año han caído las dos, el año que viene probaré con otra.

He variado cantidades poniéndolas a mi gusto pues el primero que hice igual que Kisa para mi estaba muy dulce.

Ingredientes

200 ml de buttermilk (leche y zumo de limón)
25 gr de levadura fresca (1 cubito)
50 gr de mantequilla en pomada
50 gr de manteca de cerdo en pomada
80 gr de azúcar
1 cucharada de azúcar invertido o miel (opcional)
1 cucharada y media de agua de azahar
1 huevo
1 cucharada de ron moreno
ralladura de 1/2 limón
ralladura de 1/2 naranja
500 gr de harina de fuerza (quizá un poco más)
una pizca de sal

 Para decorar:
azúcar
anís
almendra laminada
no se os olvide poner ¡la sorpresa!

Lo primero que tenemos que hacer es preparar la buttermilk, para ello ponemos 200 ml de leche (yo uso siempre semidesnatada) tibia en una taza o vaso y añadimos el zumo de medio limón movemos con una cuchara y dejamos reposar 10 minutos, tras los cuales podremos usar nuestra buttermilk, observaréis que la leche se corta y toma aspecto de yogur.

Ponemos el buttermilk en la cubeta de la panificadora, la levadura desmenuzada y vamos poniendo todos los ingredientes acabando con la harina de fuerza y la sal.
Ponemos el programa de amasado y dejamos que se forme la masa del roscón, ir vigilando por si necesita algo más de harina, yo lo que hago es una vez que está todo unido si veo que no se despega de la base alrededor de las palas voy echando harina a poquitos hasta que se ve el fondo de  la cubeta limpio.
La masa es una masa blanda algo pegajosa pero que si os aceitáis las manos es muy fácil de manejar.

Una vez conseguida l amasa la ponemos en un bol tapamos con un paño limpio y dejamos levar en un sitio cálido, yo la puse sobre el cubreradiador y en menos de una hora estaba lista.
Tras el primer levado amasamos a mano un poco para desgasificar, partimos la masa en dos, si queréis un mega roscón no dividáis la masa yo la primera vez no lo hice y me salió ¡el padre de los roscones!.
Formamos con cada porción un rosco haciendo un agujero en medio de la masa y girando sobre nuestras manos la masa con su peso va formando el rosco, espero que se me entienda. es el momento de poner la sorpresa si se quiere.
Poner cada rosco en una bandeja de horno con silpat o papel de horno tapar con un paño y meter en el horno para que haga el segundo levado, si no podéis esperar ya sabéis, horno 50º apagar y meter la masa para que suba antes.
Cuando hayan doblado volumen sacar del horno, precalentar este a 180º, mientras pintar con huevo batido el roscón y adornar con azúcar humedecida con anís y almendras laminadas o piñones o nueces o frutas escarchadas eso va a gusto del consumidor.
Hornear entre 12 y 15 minutos, se hacen rápido, sacar y dejar enfriar sobre una rejilla.
Se pueden rellenar con lo que más os guste o dejarlo tal cual.

MIL GRACIAS A KISA. Un beso enorme Olga.