Pues cuando la preparé hice dos bizcochos, porque no sabía los que íbamos a ser, como tuve bastante con uno, el segundo lo congelé cortado en tres discos e individualmente cada disco.
Tuve invitados sorpresa, hace unos días, y yo sin postre ¡que mala pata!, pero me acordé que tenía el bizcocho en el congelador, nata en el frigo y queso batido, además de una pocas fresas…… ¡Qué alegría!
En 15 minutos tenía una tarta preparada que dejó a los invitados con la boca abierta, nunca vino mejor el refrán que dice : «Quién guarda, halla»
La moraleja de todo esto es: que podemos congelar los bizcochos con antelación y podremos preparar una tarta en un santiamén………¡Procuraré tener siempre uno congelado y ya partido en discos!
Ingredientes
1 bizcocho base de terciopelo rojo congelado
1/2 litro de nata para montar
1/4 de kg de queso batido desnatado
4 cucharadas colmadas de azúcar
una fresas
Montar la nata con el azúcar, añadir el queso y mezclar.
Poner el primer disco del bizcocho en el aro de tartas, poner una capa de la crema preparada, poner el segundo disco y repetir la operación con el tercero. Cubrir la tara con la crema y adornar con unas fresas espolvoreadas con una pizca de azúcar.