Una tarta diferente a las que acostumbro a hacer pero exquisita, ha sido vista y no vista en la mesa, eso ha sido buena señal.

La receta es de Auro, yo la he tuneado a mi gusto.
La he preparado en la Fussion, como no, y como no tenía un molde desmontable que se ajustará a la olla (hoy ya lo tengo jaja) usé un molde de aluminio desechable, de los que se usan para los pollo asados y lo tapé con papel de aluminio y una goma para que no entrará agua al ir al baño maría. Este molde es fácil de romper para sacar la tarta si fuera necesario, en mi caso no lo tuve que romper se desmoldó fácilmente.

Ingredientes:

Para la base:
200 gr de galletas tipo digestive
50 gr de margarina ligera
Un puñado de avellanas

Triturar las galletas y las avellanas, mezclarlas con la margarina derretida y con esa pasta forrar el molde con una capa, apretando para que quede bien prieta, llevar al congelador unos 20 minutos.

Relleno:

4 huevos medianos
150 ml de leche condensada
200 ml de nata
1 tarrina de queso de untar (Hacendado, 300gr)
ralladura de limón
una cucharada de esencia de vainilla

Se baten todos los ingredientes con la batidora y se vierten sobre la capa de galletas con cuidado.

Poner en la cubeta de la FC un vaso de agua grande y meter el molde en ella, bien tapado.
Programa manual 140º 30 minutos, válvula cerrada, cuando acabe dejar enfriar dentro de la olla y una vez frío meter en la nevera hasta el día siguiente.
Desmoldar y decorar al gusto, yo lo hice con sirope de chocolate y una cucharada de leche condensada.

Al hacerlo en ese tipo de molde quedó una tarta rústica no lo bonita que hubiese querido pero con un sabor buenísimo.